Hasta hace unas décadas de uso minoritario, desde que el plástico entró en nuestras vidas lo hizo para quedarse. Y vaya si se quedó. Vivimos en un mundo de plásticos, pues no importa hacia dónde mires: siempre identificarás algún objeto fabricado en este material. En la mayoría de las ocasiones, la presencia de plástico salta a la vista. En otras, es más discreto, pero está. De esto precisamente va el artículo de hoy. Te hablamos de algunos objetos de uso cotidiano que contienen plástico y, quizás, no te habías dado cuenta.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, la producción global de plásticos al año supera ampliamente los 350 millones de toneladas a nivel mundial. De ellos, en torno a 8 millones de toneladas de residuos plásticos terminan cada año en los océanos. Si seguimos así, la ONU advierte que en el año 2050 en los mares habrá más plástico que peces.
Entonces, no basta con erradicar de nuestras vidas el “plástico que se ve”, por decirlo de alguna manera, es decir las bolsas de la compra y otros plásticos de un solo uso como las botellas de agua desechables o los envases de comida preparada. Hay que decir jaque mate al “plástico que no se ve”, que también es de uso común y que permanece más oculto.
He aquí 10 artículos de uso diario que, aunque a simple vista no se aprecie, contienen plástico. Asimismo, te ofrecemos algunas alternativas sostenibles para que prescindas en la medida de lo posible de estos objetos si estás tratando de llevar un estilo de vida Zero Waste.
1. Mascarillas de tela
Las mascarillas de tela, que aterrizaron con el firme propósito de frenar el uso de mascarillas de un solo uso y así evitar la generación de más y más residuos, contienen plástico. Y, además, muchas por partida doble. Por un lado, si están envasadas, lo habitual es que este empaque sea de plástico. Generalmente, las mascarillas de tela están fabricadas en poliéster, que, como sabes, es un tipo de resina plástica que proviene del petróleo.
Para protegerte sin residuos, te proponemos utilizar una mascarilla reutilizable de algodón ecológico. Esta es biodegradable, cero plásticos y está libre de tintes. La capa protectora está hecha de poliuretano, un material impermeable y transpirable.
2. Bolsitas de té
Las bolsitas de té constituyen una fórmula muy sencilla de preparar tu bebida favorita en cuestión de segundos. Sin embargo, lo que quizás no esperabas es que estas desprenden microplásticos al contacto con el agua caliente. De acuerdo con un estudio de la revista Environmental Science & Technology, sumergir una bolsita de té en agua caliente hace que se liberen 11.600 millones de microplásticos en una sola taza. Increíble, ¿no? La razón es que, generalmente, las bolsitas de té están confeccionadas en tereftalato de polietileno y nailon. Para su correcto sellado, lo habitual es que se empleen pegamentos plásticos como el polipropileno.
La alternativa sostenible y sin plásticos a las bolsitas de té sería comprar té a granel, no solo más respetuoso con el medioambiente y más económico, sino con mejor sabor y aroma.
2. Discos desmaquillantes
Es bastante frecuente que los discos desmaquillantes que utilizamos para retirar los restos de maquillaje de nuestro rostro contengan poliéster. Otro punto negativo de estos objetos cotidianos es que suelen venir en envases de plástico y, al ser de un solo uso, contribuyen a la generación de desperdicios.
Para desmaquillarte sin perjudicar el medioambiente, apuesta por los discos desmaquillantes reutilizables. Confeccionados en algodón orgánico, son resistentes, hipoalergénicos y su empleo ayuda a reducir los residuos.
3. Chicles
Que se llamen también gomas de mascar no es casualidad, pues, de hecho, estos artículos están compuestos en su mayoría de acetato polivinilo y polietileno, dos tipos de plástico de consistencia elástica a los que se les agrega color y saborizantes. Sin embargo, esto no siempre fue así. En su origen, los chicles eran productos 100 % naturales que se elaboraban con la savia del árbol chicozapote (llamado también árbol de chicle), oriundo de México.
¿Existen alternativas sin plásticos a los chicles corrientes? Claro. Apuesta por chicles naturales elaborados con goma arábiga extraída del árbol de la acacia y del chicozapote. Estas grageas están aromatizadas con menta y xilitol que dejan un aliento más fresco.
4. Gomas para el pelo
No vamos a negar la utilidad de las gomas para el pelo, pequeños objetos cotidianos que muchas veces nos salvan la vida. Sin embargo, tampoco podemos negar que contienen plástico. Los coleteros convencionales son, en realidad, una goma elástica de plástico recubierta de tela. Otros como los coleteros en espiral, tan de moda hoy en día, no ocultan su composición de 100 % plástico.
Para recogerte el cabello sin plásticos, hay gomas de pelo de tela y caucho que ofrecen la misma elasticidad que los coleteros comunes y son 100 % ecológicas. Otra opción son los coleteros scrunchies de tela ecológicos y biodegradables fabricados en algodón orgánico y muy suaves, por lo que no solo son muy respetuosos con tu cabello, sino también con el medioambiente.
5. Cepillos de dientes
Se ve perfectamente que los cepillos de dientes son casi en su totalidad de plástico, aunque quizás es algo que nunca te habías parado a pensar. La buena noticia es que cada vez es más sencillo encontrar cepillos fabricados en materiales sostenibles como la madera o el bambú.
En el catálogo de Cero Residuo contamos con un excelente surtido de cepillos de dientes de bambú para tu higiene bucodental diaria. Algunos tienen el mango reutilizable y solo debes cambiar el cabezal cada cierto tiempo, pues este es intercambiable. El bambú empleado es de carácter antibacteriano y antimicótico, un material perfecto para este menester.
6. Toallitas húmedas
Las toallitas húmedas representan un problemón para el medioambiente. Sí, está claro, que son muy cómodas y útiles, pero también es cierto que liberan microplásticos y que una buena parte de ellas acaba en los océanos. ¡Bajo ningún concepto las arrojes al inodoro!
Si estás buscando una alternativa Zero Waste para el cuidado de la piel de tu bebé, te proponemos considerar las toallitas de tela de algodón orgánico, ideales para limpiar y secar la piel del bebé. Son absorbentes, resistentes e hipoalergénicas y, lo mejor de todo, reutilizables.
7. Compresas
Las compresas convencionales contienen una enorme cantidad de plástico. Tanto es así que en torno al 90 % de estos artículos de higiene femenina es material plástico. En la actualidad, afortunadamente, existen diferentes alternativas ecológicas como las compresas de algodón. ¿Las has probado alguna vez? Estos productos son lavables y ultraabsorbentes. Otra opción es apostar por la copa menstrual cuya mayor virtud es que no genera residuos y, además, puede durarte años y años.
8. Lentejuelas
Tradicionalmente las lentejuelas estaban fabricadas en metal y su misión, como sabes, siempre ha sido la de añadir un toque chic a cualquier prenda de ropa o accesorio. Sin embargo, lo más habitual hoy en día es encontrar lentejuelas hechas de PVC, un material de carácter no biodegradable. Antes de comprar una camiseta o vestido con lentejuelas, asegúrate de sus materiales de fabricación.
9. Tiritas
Las tiritas son otro de los artículos de uso cotidiano con plástico. Quien más o quien menos, todos tenemos por casa estos apósitos tan prácticos para curar pequeñas heridas. La mala noticia es que si quieres llevar un estilo de vida Zero Waste, será mejor que busques una alternativa más benévola con el medioambiente.
La solución son las tiritas biodegradables de fibra de bambú, aptas para todo tipo de pieles y totalmente respetuosas con el entorno que nos rodea. Para acelerar la curación de las heridas hay tiritas de bambú enriquecidas con aloe vera, pero también con aceite de coco o con carbón activado.
Y tú, ¿conoces otros objetos de uso cotidiano que contengan plástico? Descubre las mejores alternativas ecológicas y sostenibles en el catálogo de Cero Residuo.
Jose Rendón
Porque no se prohíbe el uso de plástico en general?.
Cero Residuo
El plástico es un material que puede ser muy útil en algunos objetos (ordenadores, coches…). El problema no es el plástico en sí, sino el plástico desechable, de usar y tirar, ya que es un material por naturaleza muy duradero (de ahí que tarde años en desaparecer) empleado en objetos cuya vida útil es muy corta, y eso es lo que no tiene sentido.