Descripción del chicle orgánico de menta
Masticar chicle es un hábito muy arraigado en la sociedad, aunque también es una costumbre que puede ser beneficiosa. Al hacerlo, segregamos más saliva, por lo que esta contribuye a limpiar nuestra boca y a eliminar las bacterias acumuladas. El resultado son unos dientes más protegidos del ácido bacteriano responsable de las temidas caries.
En la fabricación de estas gomas de mascar no se ha empleado ningún derivado del plástico en su composición como sí ocurre en el caso de los chicles convencionales. Están hechas de goma arábiga, una resina que se extrae de árboles como la acacia y el zapote. Al estar aromatizadas con menta y xilitol (un edulcorante natural), refrescan la boca al instante y previenen el mal aliento.
No contiene azúcar, flúor ni conservantes.
Georganics es una marca inglesa de productos de higiene bucal elaborados únicamente con ingredientes naturales, ecológicos y orgánicos.
Ingredientes de la goma de mascar natural
Xilitol*^, Base de goma^, Carbonato de calcio*^, Aromatizante*^, Goma arábiga^, Lecitina*^.
* Grado alimenticio
^ Natural
Modo de empleo del chicle orgánico de menta
Toma una gragea después de cualquier comida. Mastícala durante al menos 20 minutos para una sensación refrescante en la boca. Al ser 100% natural, puedes desechar el chicle en la basura orgánica o bien arrojarlo en el compost.
Embalaje del chicle natural con xilitol
Estos chicles naturales de menta vienen en un frasco de vidrio con tapa de aluminio que, a su vez, está incluido en un embalaje de cartón.
Disponible en 30 o 120 grageas.
El envase de vidrio (reutilizable para otras cosas) me parece fantástico y muy poco habitual (a ver si quienes suelen consumir chicles toman nota). Yo no suelo mascar chicle, pero me sirve para algunas ocasiones puntuales en las que no me puedo lavar los dientes después de comer. El sabor a menta es muy agradable y refrescante. Lo que no me agrada tanto es la cantidad de edulcorante que lleva, por mucho que sea xilitol. Me parece demasiado dulce. Otra pega es que se queda enganchado entre los dientes si se masca durante demasiado rato, pero me lo tomo como un aviso: “desecha el chicle yaaa, que si no los jugos gástricos te van a destrozar el estómago…”. Que sea compostable me parece un puntazo, porque los chicles convencionales, como desecho son un asco, y ésa es una de las razones por las que nunca los consumo. Resumiendo: creo que son un buen recurso, pero sólo de manera excepcional.
El sabor dura poco, sí, pero como el resto (y es mejor alternativa).
Saben bien, lo único que duran poco y se deshacen si no los tiras pronto.
Muy buena alternativa para uso puntual
Muy buen sabor, se nota que son naturales.