Mientras en la otra mitad del mundo gran parte de la población sufre desnutrición, en nuestra mitad nos atrevemos a desperdiciar la comida. En concreto, España es el 7º país de la Unión Europea que más alimentos arroja a la basura. Solo en el año 2019, en nuestro país desperdiciamos más de 1.400 millones de toneladas de alimentos, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por persona, los deshechos suponen alrededor de 28 kg al año. Absolutamente horrible, ¿no crees? Si estás tan horrorizado como nosotros con estas cifras, te interesa saber qué es la cocina de aprovechamiento.
Cómo aplicar las 5R del Zero Waste en la cocina
La cocina es el espacio del hogar donde más residuos generamos. En primer lugar, por la cantidad de envases de plástico de un solo uso que acaban en la papelera. En segunda instancia, por el desperdicio de alimentos que día tras día van llenando la basura.
En este contexto aterriza la cocina de aprovechamiento o cocina Zero Waste que, como veremos más adelante, no se refiere en exclusiva a aprovechar los alimentos, sino más bien a un uso responsable de ellos. Si nos has leído anteriormente, seguro que conoces ya las 5R del Zero Waste. Como sabes, se trata de un movimiento cuyo objetivo es conseguir reducir los residuos al máximo. En esta ocasión, te hablamos de los 5 pilares del Zero Waste aplicados al ámbito de la cocina.
1. Rechazar aquellos productos que no vamos a consumir (Refuse)
El primer paso de la cocina de aprovechamiento sucede durante el proceso de compra. Uno de los motivos más comunes del desperdicio de alimentos es que han caducado y no pueden consumirse. He aquí la primera regla: no compres más de lo que vas a consumir. No importa que luego te des cuenta de que no has adquirido lo suficiente. Siempre es mejor regresar al supermercado que tirar comida.
De igual modo, evita los envases sinsentido, como, por ejemplo, los embalajes de la fruta o las botellas de agua de plástico. Por supuesto, acude a la compra con bolsas reutilizables para evitar las de usar y tirar.
2. Reducir la compra, centrándonos en lo indispensable (Reduce)
Para conseguir una cocina Zero Waste es esencial tener claro qué es indispensable. Es obvio que cuanto menos compras, menos vas a desperdiciar. Para ello, resulta muy práctico elaborar una lista de la compra con aquellos ingredientes que precisaremos para el menú de la semana. Es muy importante no comprar de más. Esta lista evitará adquirir productos que, en realidad, no necesitas.
3. Reutilizar o aprovechar los alimentos (Reuse)
La cocina de aprovechamiento, como su nombre indica, supone aprovechar bien los alimentos. No solo para cocinar otros platos, sino también para usarlos en otros ámbitos. Por ejemplo, las pieles de las hortalizas pueden servir para elaborar exfoliantes caseros e, incluso, puedes plantar semillas para que nuevas plantas crezcan en tu hogar. ¿Sabías que la cáscara de huevo puede servir para mantener a raya las plagas de las plantas? Pues eso: aquí no se tira nada.
4. Reciclar los envases de los alimentos (Recycle)
La idea es evitar el consumo de plásticos y envases de usar y tirar, pero si no tenemos más remedio y no hay otra opción, entonces, no te olvides de reciclar. Tanto el plástico como el papel, el vidrio o el aluminio pueden reciclarse.
5. Reintegrar los residuos orgánicos en la naturaleza (Rot)
Por último, nos queda el compostaje. Es posible que aunque aproveches al máximo todos los alimentos que tienes en el frigorífico, haya desperdicios. Como mencionamos, incluso las pieles de las verduras pueden aprovecharse para otros usos. La piel de la zanahoria podría servir para teñir tejidos, mientras que con los posos de café, por ejemplo, puedes fabricarte un exfoliante para el cuerpo casero. Si has agotado todas las posibilidades, una excelente alternativa es hacer compost con los residuos orgánicos.
En qué consiste la cocina de aprovechamiento
Hemos hablado a grandes rasgos acerca de qué es la cocina de aprovechamiento. Esta se basa en un consumo responsable, lo que significa que es una filosofía a aplicar incluso durante el proceso de hacer la compra.
En el estilo de vida Zero Waste, la cocina juega un papel primordial. Desaprovechar y tirar la comida a la basura es uno de los errores más frecuentes y que deben atajarse antes si realmente quieres una cocina libre de residuos.
La cocina de aprovechamiento es, como decíamos, una actitud. Arranca desde el preciso instante en el que salimos a comprar. La abundancia de artículos con empaques cada vez más llamativos puede hacernos caer en la tentación. Es aquí donde empieza el problema: si compramos más de lo necesario, inevitablemente acabará en la basura.
La cocina Zero Waste también implica adquirir productos de proximidad. Comprar local supone evitar intermediarios, una menor contaminación medioambiental y menores residuos. Apostar por alimentos de temporada y cocinar en casa son pilares fundamentales de esta filosofía. No en vano, hay un sinfín de productos que normalmente adquirimos en el supermercado y que son de sencilla elaboración, como el pan o las mermeladas.
Hablamos de cocina con consciencia en el sentido de que consiste en sacar el máximo partido a los alimentos. Por ejemplo, a la hora de trocear los filetes, el pescado o las verduras para aprovecharlo al 100 %.
Por último, la cocina de aprovechamiento hace hincapié en rescatar las sobras para nuevas preparaciones. El ejemplo más habitual son las croquetas o las sopas, pero hay muchos más. Recuerda comprar ingredientes versátiles como el pollo, el calabacín, la calabaza o el brócoli.
Consejos para reducir los residuos en la cocina
La cocina Zero Waste no solo permite exprimir los alimentos, sino también nuestro bolsillo. Es una gran aliada del ahorro. Lo mejor de todo es que basta con unos pequeños cambios en nuestra rutina para conseguir considerables avances. ¿Quieres un consejo para reducir residuos en la cocina? Te damos 5.
1. Procura comprar sin envases plásticos
Uno de los pilares de la cocina de aprovechamiento es decir no a los envases plásticos. Generalmente, las grandes superficies son más proclives a vender productos envueltos en plásticos, de ahí que apostar por las tiendas de barrio o los establecimientos a granel facilite esta misión.
2. Opta por productos locales y de temporada
Comprar en las tiendas de barrio y a granel tiene otra ventaja añadida, y es que te aseguras de que estás adquiriendo alimentos de proximidad. Eso sí, te aconsejamos que siempre consultes el etiquetado para cerciorarte de que, efectivamente, son productos nacionales, regionales o locales. En lo posible, escoge artículos de temporada, dado que son más respetuosos con el entorno que nos rodea, al no precisar invernaderos ni pesticidas. Además, los productos de temporada son más sabrosos y económicos.
3. Cocina tú mismo
Para evitar envases innecesarios, una buena idea es cocinar tú mismo. Son muchos los alimentos que normalmente adquirimos fuera y su elaboración no cuesta nada. Un ejemplo son las mermeladas, los yogures o los caldos. Si los preparas en casa, te sabrán mucho más ricos y estarás generando muchos menos desperdicios.
4. Aprende a aprovechar los restos de comida
¿Te has parado a pensar en la cantidad de recetas que podrías elaborar a partir de las sobras? Los ingredientes seguro que los tienes. Quizás lo que te falta sea imaginación. Por ejemplo, con restos de carne pueden salir unas deliciosas croquetas, mientras que si tienes alguna fruta en la nevera que está a punto de echarse a perder, ¿por qué no preparar una mermelada? Las pizzas admiten prácticamente cualquier resto que haya en el frigorífico, así como también puedes elaborar ensaladas muy originales con un sinfín de ingredientes. ¿Encontraste unos langostinos que tienes que acabarte ya? ¿Quizás unas fresas que comienzan a ablandarse? ¡Prepara una ensalada de lo más curiosa!
5. Reutiliza cáscaras, pieles y otras sobras
La cocina Zero Waste supone eludir la generación de residuos. Una táctica interesante es reutilizando las cáscaras o las pieles de los alimentos que habitualmente no se consumen. Si dispones de un pequeño huerto, las cáscaras de huevo serán tus mejores aliadas para que las plantas crezcan con un plus de minerales. Solo tienes que hervirlas y, posteriormente, regar las plantas con esa agua. Por su parte, las cáscaras de limones sirven para fabricar velas artesanales antimosquitos, mientras que las de plátano son perfectas para sacar brillo a los zapatos.
Y a ti, ¿te gustaría compartir algún truco relacionado con la cocina de aprovechamiento?
Sebastian
Enhorabuena por vuestro blog. Me encanta especialmente que hagáis referencia a aprovechar las cáscaras, pieles y otras sobras. Os animo a no reutilizarlas solamente en el huerto u otros usos, sino también para comer: los posos de café, las cáscaras de plátano, las semillas de melón… ¡se pueden comer!