El cambio climático y sus consecuencias no solo nos afectan a nivel físico, sino también a nivel psicológico. La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) lo tiene claro: el deterioro que está sufriendo el planeta puede impactar en nuestra salud mental, creando estrés y angustia en muchas personas. Es lo que se conoce como ecoansiedad, un término que abordaremos en el artículo de hoy. Te contamos qué es y cómo hacer frente a la ecoansiedad.
La APA define ecoansiedad como “el temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental que se produce al observar el impacto aparentemente irrevocable del cambio climático y la preocupación asociada por el futuro de uno mismo y de las próximas generaciones”. Y es que esta preocupación no es para menos a la vista de la proliferación de huracanes, incendios forestales, terremotos, sequía y otros fenómenos derivados del cambio climático.
Este escenario de cambios está teniendo un impacto significativo en la población. En concreto, el 45 % opina que la preocupación por el clima está afectando de manera negativa a su día a día, según un estudio realizado hace unos meses por The Lancet. La misma encuesta refleja que el 56 % de la población tiene claro que no hay vuelta atrás y la humanidad está condenada.
Los jóvenes, los más propensos a sufrir ecoansiedad
La ansiedad climática no entiende de edades y, de hecho, es un fenómeno transgeneracional. Sin embargo, es la población joven la más propensa a sufrir ecoansiedad. Desde pequeños han ido adquiriendo una conciencia ecológica e interiorizando el mantra de que ellos son los responsables del futuro y de las generaciones venideras. Sin embargo, al mismo tiempo consideran que la situación actual del planeta es fruto de la irresponsabilidad de las generaciones anteriores.
Este sentimiento de aflicción y miedo a la incertidumbre, por supuesto, tiene consecuencias en sus hábitos y forma de ver la vida. No es de extrañar que cuatro de cada 10 jóvenes ni se plantee tener hijos por esta razón, al no tener esperanzas de que el futuro sea mucho mejor.
Síntomas de la ecoansiedad
El cambio climático es una realidad. Las catástrofes naturales ya no suceden solo al otro lado del mundo, sino que el aumento del nivel del mar, los incendios, el aumento de la temperatura o los fenómenos meteorológicos extremos cada vez nos tocan más de cerca. Con este panorama, los cuadros de estrés, ansiedad o depresión aparecen como reacción a estos cambios.
En los casos más extremos, el miedo crónico a la destrucción medioambiental podría conducir incluso a la pérdida de la propia identidad y a un incremento de la violencia, el crimen y las agresiones interpersonales.
¿Cómo combatir la ansiedad climática?
El futuro puede parecer desolador. Es real la sensación de abandono por parte de los gobiernos, tal y como refleja el estudio de The Lancet, dado que el 65 % de la población considera que los líderes no están esforzándose lo suficiente para abordar la emergencia climática. Este contexto de pesimismo es el caldo de cultivo perfecto para sufrir ecoansiedad, si bien hay varias cosas que puedes hacer para minimizar los efectos del estrés por el clima.
1. Vive de manera más sostenible
Una de las maneras de aliviar esta sensación de angustia es sentirte útil. El primer consejo que podemos darte es que lleves una vida más sostenible. Ya sabes a qué nos referimos: eliminando o reduciendo los plásticos de un solo uso, optando por productos locales y responsables, erradicando los componentes tóxicos y químicos de tu día a día…
2. Conoce la amenaza
Aunque pueda parecer una incoherencia, la sobreexposición a la información no aumenta la ansiedad climática. Al contrario, para combatir al enemigo, lo primero es conocerlo y entenderlo.
3. Confía en tu capacidad de adaptación
No es la primera vez que el ser humano tiene que adaptarse a las adversidades. Lo ha hecho durante toda la historia de la Humanidad. En estos tiempos que vivimos, entonces, hacen falta aptitudes como la resiliencia y la capacidad de superación.
4. Apóyate en tu círculo cercano
En este escenario tan convulso, puede ser alentador apoyarte en tu círculo, compartir inquietudes, miedos y, por supuesto, emprender acciones comunes. Por ejemplo, montar un huerto urbano, salir en comunidad a recoger residuos y plásticos del suelo, etc.
5. Acude a un especialista
Si todo lo anterior no ha funcionado, considera acudir a un especialista que te ofrezca pautas para encontrarte mejor.
Nadie está libre de sufrir ecoansiedad, especialmente si eres una persona comprometida con el medioambiente. Antes de caer en el pesimismo, la clave es reconocer la amenaza y continuar sumando esfuerzos para combatirla.