El próximo día 22 de septiembre se celebra el Día Europeo sin Coches, una efeméride que lleva ya más de una veintena de ediciones. Este evento tendrá lugar en el marco de la Semana Europea de la Movilidad, de la que hablamos en un post anterior. Volverá a ser una jornada simbólica en la que ciudades y pueblos de todo el continente animarán a las personas a prescindir, al menos por un día, de los automóviles. Reducir el uso del vehículo privado es un paso muy importante para aliviar la contaminación medioambiental y acústica. Aunque no lo creas, depender de los coches tiene un severo impacto sobre la salud.
¿Por qué un Día Europeo sin Coches?
El Día Europeo sin Coches nació en Francia en el año 1998 como una iniciativa para concienciar a la población de la importancia de optar por alternativas de transporte más sostenibles. Desde Ecologistas en Acción estiman que los automóviles causan el 80% de emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) y el 60 % de emisiones de partículas, ambas de carácter nocivo para las personas. Asimismo, también son responsables de altas cantidades de monóxido de carbono.
Aparte de la contaminación medioambiental, los automóviles también ocasionan contaminación acústica en las ciudades. Un estudio elaborado hace algunos años por la Dirección General de Tráfico (DGT) calcula que una calle con tráfico en un día cualquiera puede alcanzar fácilmente los 100 decibelios. Se trata de un nivel sonoro bastante superior al recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recuerda que a partir de los 60 decibelios puede producir en el ser humano malestar físico, como dolor de cabeza o estrés. Pero no solo eso, pues la OMS señala que una exposición prolongada al ruido puede perturbar el sueño, causar problemas cardiovasculares, reducir el rendimiento y ocasionar cambios en el comportamiento social.
Está clara la utilidad de un coche. Es un medio de transporte cómodo, rápido y práctico. Nos lleva a donde queremos cuando queremos, pero ¿realmente sus luces compensan sus sombras?
El uso del coche y su impacto sobre la salud
Acabamos de ver que los automóviles son en gran parte responsables de la contaminación atmosférica debido a las emisiones de monóxido de carbono. Este es el gas contaminante que predomina en la atmósfera en los núcleos urbanos y es producido por los vehículos a motor. Inhalar una cantidad importante de monóxido de carbono puede traducirse en inconvenientes como dolor de cabeza, vértigos, etc.
No solo los gases son contaminantes y perjudiciales para la salud, sino también otros elementos estrechamente vinculados a los coches, como es el caso de los líquidos de freno y embrague, el aceite o el anticongelante. Según recuerda el citado informe de la DGT, estos pueden derramarse sobre la calzada y acabar en los ríos, al ser arrastrados por la lluvia.
El uso del coche nos lleva a un sedentarismo evidente. Nos hemos acostumbrado a coger el vehículo para todo. Piénsalo bien: ¿cuántas veces has ido en coche a la panadería estando a solo unas manzanas de tu casa? Apostamos por el coche incluso para trayectos cortos en detrimento de otras fórmulas de transporte no solo más sostenibles, sino más saludables, como la bicicleta o nuestras propias piernas.
No en vano, ya sabes los riesgos asociados al sedentarismo: obesidad, colesterol, diabetes, hipertensión, etc. El Día Europeo sin Coches puede ser una excelente manera de familiarizarte con la bicicleta para cuidar tu salud. También es buena idea el transporte público en línea con ese objetivo de hacer algo de ejercicio físico, siempre y cuando ¡te bajes un par de paradas antes de la tuya para completar lo que falta de trayecto caminando!
¿Cómo apoyar el Día Europeo sin Coches (y mantenerlo en el tiempo)?
El próximo 22 de septiembre tienes una oportunidad única de ponerte del lado del planeta. Aprovecha para sumarte al cambio y, sobre todo, trata de mantener este apoyo en el tiempo.
- Opta por el coche compartido. El coche compartido o carsharing es una de las alternativas de transporte sostenibles al vehículo privado. No en vano, cada automóvil tiene una media de 1,2 ocupantes, de ahí los cada vez mayores problemas de espacio en las ciudades o los atascos. Una fórmula interesante es, por tanto, el coche compartido, de manera que varias personas se unan para realizar el mismo viaje, ya sea para ir al trabajo o a cualquier otro lugar.
- ¡Camina! Se puede decir más alto pero no más claro. Para trayectos cortos no hay necesidad de coger el coche, ni tan siquiera el transporte público. Tu salud te lo agradecerá y también tu bolsillo.
- Anímate a montar en bicicleta. Las ciudades van ampliando cada vez más sus carriles bici. Ya no hay excusas para ir al trabajo en bicicleta. Se acabaron las ciudades hostiles para los ciclistas.
- Apúntate a la movilidad eléctrica: motosharing y patinetes eléctricos. Las posibilidades de transporte no tienen fin. Seguro que has visto en alguna ocasión motos o patinetes eléctricos para alquilar aparcados en las calles. La facilidad que está dando la movilidad eléctrica es inmensa, pues son transportes concebidos para usar por periodos cortos de tiempo.
Con todas las opciones de transporte a tu disposición, ¡no necesitas un coche para moverte por la ciudad! Un día sin coches puede lograr reducir hasta en un 30% el tráfico habitual, hasta un 20% el ruido y en torno al 12% la contaminación. ¿Te imaginas qué sucedería si todos fueran días sin coches?