La cocina es, sin lugar a dudas, el ámbito del hogar que más se presta al derroche de plástico. Es casi misión imposible hacer la compra en un establecimiento convencional y no traernos a casa un sinfín de envases: en las frutas, en la carne, en la leche… Lo peor de todo es que, como sabes, cada año millones de toneladas de plástico van a parar al mar, pero, además, dado que no se logran descomponer, se transforman en microplásticos que acaban en los alimentos que vamos a tomar.
Es más, de acuerdo con un estudio elaborado por la Universidad de Heriott Watt de Edimburgo, las personas ingerimos más de un centenar de microplásticos por comida. Horrible, ¿no? No se necesitan muchos más argumentos para hacer de la reducción de plásticos un hábito. He aquí 6 consejos para comenzar a cambiar las cosas desde la cocina.
1. Haz la compra a granel
Nos guste o no, la mayoría de los alimentos que se encuentran en los supermercados y tiendas comunes están envueltos en plástico. Una buena fórmula para huir de los envases es comprar a granel. Se trata de una excelente alternativa para adquirir alimentos como arroz, pasta legumbres, harina y un largo etcétera sin llevar ni un plástico más a tu cocina. Además, así puedes comprar exactamente la cantidad que necesitas y apoyas al comercio local.
2. Usa estropajos y utensilios de limpieza ecológicos
Otro tip interesante que te permitirá disfrutar de una cocina con menos plásticos y más ecológica es utilizar instrumentos de limpieza 100% biodegradables. Nos referimos, por ejemplo, a estropajos fabricados en materiales como luffa, cobre o coco. Los estropajos de cobre resultan ideales para eliminar la suciedad incrustada de las ollas y sartenes y, lo mejor de todo, no rayan. Por su parte, las esponjas de coco sirven para fregar los platos gracias a sus propiedades antibacterianas naturales. En cuanto al jabón lavaplatos, opta por comprarlo a granel o por usar nuestro detergente vegetal en polvo que se presenta en un tarro de cristal y di adiós a los plásticos.
3. Conserva los alimentos en wraps de cera de abejas
No necesitas más plástico para guardar los alimentos en la nevera. Al menos no desde que existen artículos como los wraps reutilizables confeccionados en cera de abejas y resina de pino. Esta combinación da como resultado un producto también antibacteriano y moldeable que facilita el almacenaje de alimentos en el frigorífico así como su transporte, en el caso de que quieras llevarte un snack en el bolso. Los wraps están disponibles en varios tamaños, XS, S, M o L, en función de lo que quieras envolver: desde medio limón hasta un bocadillo.
4. Sustituye las bolsas de congelado por bolsas de silicona
Otro de los espacios de la cocina con mayor número de plásticos por centímetro cuadrado es el congelador. Parece que nos encanta llenarlo de pequeñas bolsas con restos de comida y demás alimentos que tememos que se echen a perder. El sustituto perfecto son las bolsas Stasher de silicona, indicadas no solo para congelar alimentos sino también para cocinar, envasar o transportar. También están disponibles en tres tamaños: S, M y L. Entre sus cualidades, además de que son reutilizables hasta el infinito y reciclables, encontramos que son aptas para microondas y horno, pueden hervirse hasta 200ºC y sirven también para transportar líquidos.
5. Utiliza tuppers de vidrio
Una alternativa sostenible a los tuppers de plástico convencionales son los de vidrio. En el día a día, estos últimos ofrecen bastantes más ventajas que los primeros. Por ejemplo, su limpieza resulta mucho más sencilla y, además, no absorben ni olores ni sabores. Por la dureza de este material, asimismo, son muy resistentes a los golpes y a los cambios bruscos de temperatura. En nuestra tienda los encuentras en distintos tamaños: 0,35L, 0,60L, 0,75L y 1,4L
6. Apuesta por las pajitas reutilizables
A veces, marcar la diferencia empieza por los pequeños detalles. Por eso, una última propuesta para reducir plástico en la cocina está relacionada con el uso de pajitas, enemigos silenciosos del medio ambiente. De acuerdo con estadísticas de Greenpeace, solo en España se consumen 13 millones de pajitas cada día, una cifra abrumadora si tenemos en cuenta que tardan alrededor de 500 años en degradarse. De ahí que si eres de los que prefieren tomar las bebidas con estos objetos, te recomendemos apostar por pajitas que sean reutilizables. Buenas opciones son los modelos de acero inoxidable, vidrio borosilicato y bambú.
¿Qué otros consejos se te ocurren para reducir el plástico en tu cocina?