El reciclaje es un paso más en el camino hacia una vida más sostenible cuya culminación es no generar ningún residuo. Mientras sigues subiendo peldaños hacia el zero waste, te contamos cómo separar correctamente los residuos para su posterior reciclaje. Como sabes, todo empieza en casa.
Reciclar es darle una nueva vida a los envases, según recuerda Ecoembes, asociación que promueve el reciclaje y el ecodiseño de los envases en España. A pesar de que la única vía para cuidar el medio ambiente es consumir menos o bien consumir productos sostenibles que no impacten en la naturaleza, el reciclaje es una fórmula intermedia que reduce la contaminación y favorece la reutilización de materiales. Por este motivo, es muy importante que cada residuo esté debidamente separado.
¿Qué tipo de residuos existen y cómo reciclarlos?
Antes de reciclar, lo primero es conocer los tipos de residuos que generamos en casa. Vamos a verlos.
Residuos orgánicos
Los residuos orgánicos son inevitables, pues se refieren fundamentalmente a los desperdicios de comida. En esta clasificación entrarían los restos de frutas, verduras, carnes y pescado, las cáscaras de huevo y los posos de café, pero también las servilletas, el papel de cocina, el corcho o los residuos derivados de la jardinería (hojas secas, plantas, etc.).
En casa. Evita despilfarrar alimentos. También puedes hacer compost con los residuos orgánicos. Recuerda que éste puede convertirse en abono para las plantas que puedes aprovechar.
En la calle. Arroja los residuos orgánicos al contenedor marrón que está implantándose en cada vez más ciudades.
Envases de plástico, briks y latas
De acuerdo con Ecoembes, el plástico puede permanecer en la naturaleza hasta 700 años, de ahí la importancia de reducir su consumo o, al menos, reciclarlo correctamente. Las botellas de plástico, los botes de higiene personal y limpieza del hogar, los yogures y las bolsas de patatas entrarían en esta categoría, así como las latas de refrescos, las tapas metálicas de tarros y los briks de leche o zumo.
En casa. Reduce el consumo de envases de plástico y evita aquellos productos con demasiado embalaje. Habilita un contenedor para almacenar estos envases hasta su reciclaje.
En la calle. Arroja los envases de plástico, briks y latas al contenedor amarillo.
Envases de papel y cartón
En España, más del 80% del papel y cartón reciclado se reutiliza. En esta categoría figuran todos aquellos residuos de tipo revistas y periódicos, rollos de papel higiénico y de cocina, hueveras, cajas de cereales o cajas de zapatos.
En casa. Destina un recipiente al almacenaje de envases de papel y cartón para, posteriormente, llevarlos a reciclar.
En la calle. Arroja los envases de papel y cartón al contenedor azul, mucho mejor si están plegados. Si posees una gran cantidad de estos residuos, llévalos a un punto limpio.
Vidrio
El vidrio es otro de los materiales susceptibles de ser reciclados. Recuerda que el cristal no es vidrio, dado que contiene otros componentes, como el plomo, que no pueden procesarse para la reutilización. Pertenecen a esta categoría las botellas de vidrio (de cerveza o vino, por ejemplo), los tarros de mermeladas, conservas o salsas y también los frascos de perfume.
En casa. Habilita un espacio en el hogar donde ir depositando los residuos de vidrio. Recuerda que ni la porcelana ni los vasos o copas de cristal, por ejemplo, se encuentran en esta clasificación.
En la calle. Arroja el vidrio al contenedor verde. Asegúrate de retirar la tapa o el corcho para depositarlos en el contenedor correspondiente.
Otros residuos no orgánicos
Los residuos no orgánicos que no pertenezcan a algunas de las categorías anteriores son los que generan una mayor confusión. Es el caso de desperdicios como las toallitas, las compresas, las colillas, la arena del gato, las vendas y tiritas, la cerámica y porcelana, el cristal o las bombillas. Separar este tipo de residuos supone una disminución en el volumen total de la basura convencional del hogar en un 40%.
En casa. Separa los residuos orgánicos de los no orgánicos que acabamos de mencionar.
En la calle. Arroja los residuos no orgánicos al contenedor con tapa gris, verde o naranja.
Punto limpio
Por supuesto, aún quedan algunos residuos que no pueden clasificarse en ninguna categoría anterior. Se trata de desperdicios especiales como los medicamentos, pilas y baterías, fluorescentes, aerosoles, cartuchos de tinta, aceites usados y electrodomésticos. Todos ellos pueden reciclarse en los puntos limpios.
En casa. No eches el aceite usado en el fregadero o en el WC, así como tampoco arrojes a la basura convencional medicamentos o pilas.
En la calle. Identifica dónde está el punto limpio más cercano para llevar estos residuos especiales. En cuanto a los medicamentos, muchas farmacias disponen de contenedores para depositar los usados junto a su caja y prospecto.
Cuéntanos tu experiencia ¿Cuánto hace que reciclas en casa?