Comprar de segunda mano, una mejor manera de consumir
Una de las opciones para reducir tus residuos y seguir cubriendo tus necesidades básicas, o no tan básicas, es la compra de segunda mano. Puede parecer que llevar un estilo de vida Zero Waste supone renunciar a todo tipo de ropa, objetos y tecnologías, pero no hace falta llegar a este punto para reducir nuestros residuos más complejos. No todos estamos preparados para vivir desconectados del mundo. Aunque puede resultar una idea muy atractiva, la mayoría de personas “necesitamos” ropa, y usamos ordenadores, móviles y cualquier otro tipo de objeto para llevar a cabo nuestros trabajos y nuestras tareas. Pero existe una manera de proveernos de este tipo de objetos sin contaminar más el planeta, ¡comprarlos de segunda mano!
Un tema mal visto por mucha gente, incluso un poco tabú, pero necesario para favorecer la economía circular, reducir el consumismo y la basura. Al fin y al cabo, se trata de alargar la vida útil de cada objeto hasta que ya no se pueda usar ni reparar y entonces gestionar su reciclaje. ¿No es una pena que un móvil acabe en la basura con sólo un año de uso? ¿O que un instrumento de música en perfectas condiciones quede olvidado en un armario cuando otra persona le puede sacar partido?
¿Dónde podemos comprar objetos de segunda mano?
Por suerte, existen cada vez más plataformas y tiendas de segunda mano que han rescatado este tipo de compras ampliando la oferta del mercado de segunda mano. El caso más famoso y uno de los más sostenibles es la plataforma Wallapop, que permite vender y comprar objetos de segunda mano desde el salón de tu casa o desde donde quieras. Su principal ventaja es que funciona por geolocalización, mostrando primero los artículos que tienes más cerca. De esta manera puedes quedar en persona con el vendedor con el consiguiente ahorro de transporte. Pero no ha sido la única plataforma que ha aparecido recientemente. Con el exitazo que ha tenido, son muchas las empresas que han nacido para dar un servicio similar, a veces más especializado en un sector determinado como la ropa o los móviles. ¡De hecho, debajo de mi casa, acaban de abrir una tienda de móviles reacondicionados!
A mí me hace feliz que aparezcan este tipo de empresas, llamadme rara, pero es que son necesarias para paliar los efectos del consumismo masivo que sólo hace que crecer. Tenemos un ritmo de consumo frenético y excesivo que es uno de los principales culpables de la contaminación actual y del exceso de plástico en ríos, mares y vertederos. Serían necesarios dos planetas si todos los países consumieran como Estados Unidos, y estamos yendo hacia esa dirección. ¡Pongámosle remedio porque tiene solución!
Ventajas de comprar objetos de segunda mano
Comprar objetos usados tiene muchas ventajas, la principal es que no se han necesitado nuevos recursos para producir un objeto nuevo, ya que adquieres uno que ya existía. Otra de las ventajas, muy ligada a la primera, es que alargamos su vida útil. Puede ser que incluso evitemos una reparación innecesaria porque a veces según qué objetos se estropean por falta de uso. Otra ventaja muy atractiva es que sale mucho más económico comprar un objeto de segunda mano que ese mismo objeto nuevo. Puede ser que al tener cierto uso el objeto en cuestión nos dure menos, pero también es posible que ni siquiera haya llegado al final de su vida útil una vez lo dejemos de necesitar. Quizás incluso lo podemos volver a vender o donar.
Otra de las ventajas del mercado de segunda mano es que tiene dos caras (buenas) en una misma moneda, porque también podemos ser nosotros los vendedores. Podemos vender todo lo que no usemos y aparte de sacarnos algún dinerito extra, vaciar la casa con la paz que supone reducir tus objetos personales. ¿Cuántas veces hemos comprado algo que al final no nos ha hecho falta? O lo hemos usado muy poco, o ya no nos gusta. Todavía se les puede sacar partido para que alguien lo aproveche. Si te da pereza gestionar su venta mediante aplicaciones móvil, siempre puedes llevarlo a tiendas físicas de segunda mano en las que suelen comprar todo tipo de objetos. El cambio está en nuestras manos, las empresas sostenibles aparecen fruto de nuestra demanda. Seamos parte del cambio 🙂
¿Y tú? ¿Has comprado o vendido objetos de segunda mano alguna vez? Cuéntamelo en los comentarios, ¡me encantará saberlo!