Limpieza ecológica en tiempo de Coronavirus. ¿Es posible?

Confieso que me ha costado mucho escribir este artículo, por la responsabilidad que conlleva. Durante la cuarentena impuesta por el coronavirus, os escribo desde la prudencia y la seguridad que requiere la situación. Al principio pensaba daros multitud de recetas y de formas de limpieza, pero quizás eso ahora no os importe tanto como el hecho de tener la certeza de poder proteger nuestra salud sin sacrificar la del planeta.

Pongámonos en el origen. Cuando hablamos de limpieza, hablamos de eliminar suciedad, manchas, bacterias y virus desde un punto de vista seguro, pero no agresivo con nosotros ni con el medio ambiente. ¡Nos ponemos en guerra contra los gérmenes! Para ti, que has llegado a este blog, el dejarte llevar por la corriente de lo proclamado por el todopoderoso marketing del consumismo no entra dentro de tus planes. La inteligencia es un don que debemos utilizar, por lo que, como buenos estrategas, conozcamos al enemigo:

Las bacterias y los virus, aunque son distintos en su morfología y efectos, ambos están rodeados de una barrera lipídica que los protege (una grasa no hidrosoluble). Para eliminarlos, debemos desprotegerlos de su membrana primero para “despegarlos” de donde se encuentren y, para matarlos, debemos atacar directamente su integridad.

El miedo es negocio. El desconocimiento nos hace miedosos, tomando decisiones basadas en lo que se nos dice repetidamente que funciona. Vamos a lo que creemos seguro y cómodo.

Las campañas de marketing de las grandes multinacionales nos hacen creer que necesitamos productos distintos y cambiantes para cada zona y uso. Se ganan la vida haciéndonos pensar que la última novedad del año pasado ya no es tan efectiva o tan segura como el nuevo producto que acaban de sacar. Su negocio no es tanto satisfacer una necesidad sino CREAR la necesidad, diversificar la oferta para atraer el mayor número de compradores, intentando cubrir las preferencias de propiedades y aromas del mayor número de personas. Los productos que se perciben como muy agresivos, en botella blanca y gruesa. Los que te invitan a probar variedades distintas, botella transparente y de varios colores.

Nos han hecho olvidar que existen productos naturales, inocuos para nosotros y el medio ambiente además de económicos, que nos permiten desinfectar, desengrasar, neutralizar olores, disolver la cal y los restos de jabón, matar los hongos, quitar manchas y servir de suavizante capilar y de la colada. Y por supuesto, limpiar.

Herramientas para una limpieza sostenible

Para optimizar nuestra rutina de limpieza, es indispensable contar con un número muy limitado de buenas herramientas. Debemos buscar un orden y unos elementos que nos sean cómodos y accesibles que nos ahorren tiempo y esfuerzo. Podemos reutilizar elementos que ya tenemos y utilizar textiles en desuso para usarlos como trapos, siendo conscientes de que no todos los textiles son buenos para cualquier superficie. Es importante que no suelten pelusas, que arrastren la suciedad en lugar de untarla más y que si los usas para el polvo, de verdad retengan el polvo.

Mi lista de herramientas indispensables preferida es la siguiente:

• Trapos tipo sábana para cristales, toallas para limpiar con jabón natural y secar, y microfibra para frotar con los limpiadores, sacar brillo, etc.
• Luffa en trozos o en estropajo tanto para los platos como para frotar el cuerpo o la bañera.
• Cepillo de coco para frotar toda la ducha, los platos, las juntas…
• Cepillo limpiador de pajitas largo tanto para pajitas como para limpiar desagües por dentro, junquillos y lugares poco accesibles.
• Cepillo de botellas con punta de lana, para limpiar bien el fondo de termos, vasos, botellas reutilizables.
• Cepillo de cerdas naturales para frotar juntas, siliconas de mamparas, etc.
• Pulverizador o botella de vidrio para rellenar de nuestras mezclas limpiadoras.

Y en cuanto a productos de limpieza:

• Jabón natural
• Vinagre
• Bicarbonato
• Nueces de lavado o limpiador en polvo multiusos
• Aceites esenciales

Consejos para una limpieza ecológica

El secreto para que una gran limpieza sea eficaz y que no nos haga correr a comprar el típico bote de limpiador súper agresivo formulado para limpiar “de una sola pasada” es hacerla fácil. Para ello es necesario dedicar unos momentos a preparar nuestras herramientas, preparar de antemano las nueces de lavado para lavar la vajilla, para limpieza de suelos, ropa, etc., y también preparar en una botella de spray un limpiador multisuperficies, preparado con vinagre (que podemos aromatizar con aceites esenciales o infusionarlo con cáscaras de cítricos) diluido en agua en proporción 1 agua-1/4 vinagre y un poco de jabón o gel de nueces de lavado.

El jabón, imprescindible para una buena limpieza

Lávate las manos frecuentemente, al menos durante 20 segundos, cada poco tiempo, con jabón. ¿Por qué? Porque en las manos se acumulan miles de microorganismos ya que tocamos todo y de todo. Con las manos te frotas la cara, te tocas los ojos, van a boca, te hurgas la… no, eso tú no. En fin, que, si para eliminar bacterias y virus dañinos que pueden entrar en contacto con tu cuerpo de forma directa, las autoridades sanitarias te recomiendan que te laves las manos con jabón y no con lejía ni una solución química específica vendida en un frasco sólo para ello, es justamente porque el jabón disuelve perfectamente la capa lipídica de bacterias y virus, haciendo que se desprendan de tus manos y sean arrastradas por la espuma y el agua. Literalmente, expulsa las bacterias de tus manos.

De la misma forma, los jabones naturales son eficaces con todo tipo de suciedades y grasas, ya sea en el suelo, los platos, la ropa, el cuerpo o el pelo.  Tenemos la suerte de poder contar con jabones de distintas formulaciones y distintos Ph que son muy eficaces, duraderos y dejan un delicioso aroma, sin tener que comprarlos en formato líquido, cuyo ingrediente principal es el agua (no, gracias; el agua y el aroma que me guste ya se lo pongo yo). Eso reduce mucho nuestras necesidades de consumo ya que con un solo producto podemos cubrir gran cantidad de necesidades. Cierto que no es lo mismo un jabón para el suelo que para el cabello, pero también es cierto que buscamos cosas distintas (no necesitamos una formulación que aporte volumen e hidratación en el suelo de la cocina, jajaja).

Nueces de lavado: otra alternativa natural.

Las nueces de lavado son un fruto natural originario de la India rico en saponinas, es decir, un jabón natural. Por sus características lo podemos usar como detergente, como lavavajillas e incluso como champú, sólo activándolas con temperatura y añadiendo, según el uso que le vayamos a dar, uno u otro ingrediente natural, como podéis ver en este artículo.

Un día eres joven, y al día siguiente lo resuelves todo con vinagre y bicarbonato

Esas palabras de Patricia Reina, de Vivir Sin plástico, siempre me han hecho gracia, sobre todo por la verdad que encierran. Si bien el jabón disuelve la capa lipídica de bacterias y virus, el vinagre es un eficaz desinfectante ya que el ácido acético ataca directamente el núcleo de los microorganismos, matándolos. En cambio, el bicarbonato es un compuesto alcalino, por lo que elimina eficazmente la grasa (también la protección grasa de bacterias y virus) al tiempo que es un abrasivo ligero capaz de quitar manchas eficazmente. Cuando combinamos ambos, obtenemos una reacción ácido-base desinfectante y limpiadora.

Podría daros muchísimas “recetas” de limpieza, qué cosa para qué mancha, para qué zona, pero este blog está ya lleno de buenos consejos para ello. Hazte con unas buenas herramientas de limpieza, limpia con cabeza, y si quieres un buen listado de limpiadores caseros y soluciones para cada zona del hogar, en el libro “Residuo cero en casa” de Bea Johnson tienes un completísimo listado de todo lo imaginable en limpieza eficaz y natural. Si aún no lo has leído, te lo recomiendo muchísimo, no sólo por los limpiadores sino por todo su contenido. Es un libro de cabecera en casa y un buen regalo siempre.

Tenemos la oportunidad de cambiar el mundo desde nuestro hogar. Aprovechémosla.